Experiencias irrepetibles

Hace ya seis años, en la Semana Santa de 2005, viví una de las experiencias más enriquecedoras de mi vida. Pasé 10 días en un pueblecito de Dinamarca, rodeada de gente de 7 países europeos más Estados Unidos. Se trataba de un intercambio organizado por una entidad danesa dentro del programa Youth de la UE.

Durante esos días, los participantes participamos en diferentes proyectos artísticos, que fueron desde grabar documentales, dar clases a niños daneses desfavorecidos, exposiciones fotográficas, escultura, hasta la grabación de un disco.

Lo mejor, a parte de los proyectos realizados, fueron los lazos creados entre todos los participantes. Aun guardo relación con algunso de los que allí estuvimos y no solo con el equipo español. De vez en cuando cae un sms para felicitar cumpleaños o un mail... la distancia y las fronteras no cuentan.

Esta Semana Santa me he acordado mucho de ese intercambio. Porque salvando las diferencias, los 9 días en el Godó han tenido puntos de similitud. 10 voluntarios hemos estado rodeados de muchas otras personas en un espacio común, compartiendo de forma desinteresada nuestro trabajo, tiempo y ilusión. Sí, yo soy la mayor de todos, ya con edad más de estar currando que de voluntaria pero la vida es así y los reveses del panorama actual económico no he podido evitarlos. Mientras espero nuevos vientos de cambio, me lo he pasado en grande con mis compañeros en los partidos, las ruedas de prensa de los tenistas, en el Village (no lo he pisado mucho, tengo que reconocerlo), en la sala con el resto de periodistas...

Una de las mejores cosas ha sido el buen rollo que hay entre nosotros y el buen humor respirado estos días, además de lo bien que hemos trabajado en común.

Os dejo la foto que nos hicimos ayer, justo después de la rueda de prensa del mejor jugador de tenis del mundo, Rafa Nadal. En esta foto estamos los 10 voluntarios con los 3 chicos de prensa del torneo y Carlos Martín, el jefe.

Ya estamos preparados para la gran final. A las 16h. Rafa Nadal vs David Ferrer, ou yeah!

Diada entre raquetas

Esta mañana, me he levantado más tarde y antes de subir al Godó, he ido a ver el ambiente de Sant Jordi. Como tengo a dos compañeros de clase en una parada en la Rbla. Catalunya, me he acercado a verles.

Finalmente, de entre todos los libros que me interesaban, me he decantado por "La cazadora de cuerpos" de Najat El Hachmi. La novela tiene pinta de ser dura, pero el tema me interesa.

En el Godó, eliminado Almagro frente a David Ferrer, dentro de nada, viene Nadal contra Dodig... supongo que se lo merendará rápido.

De rosas, solo una virtual.

Semana Santa ergo llueve

Llueve en el Godó. Los partidos de hoy, si deja de caer agua del cielo, serán:

- Rafa Nadal vs Gael Monfils
- Jurgen Melzer vs David Ferrer
- Ivan Dodig vs Feliciano López
- Nicolás Almagro vs Juan Carlos Ferrero

La mejor jornada y ni siquiera sabemos cómo irá de horas. Y encima me he dejado el paraguas en casa. ¡Es de ser inútiles!

Deporte 24 hours

Una jornada más, os escribo desde el Godó. Sigo sin tiempo para nada. Ayer pude ver la final de Copa (que para lo que fue al final, mejor no haberla visto), pero estaba al borde de la extenuación y con los ojos que se me cerraban del sueño. Esta mañana, vuelta al Reial Club de Tennis Barcelona y la jornada se prevé maratoniana. A todo esto, llevo sin ver a mi familia desde el domingo y aun me quedan jornadas así.

Ayer, ruedas de prensa de Ferrero, Ferrer y Nadal. El primero, mi ídolo de adolescencia, me encantó. Me pareció un tipo accesible y simpático, lo mismo que David Ferrer. Hoy nos ha conquistado de nuevo Nico Almagro, todo felicidad después de entrar en el Top Ten mundial. También me ha satisfecho mucho Gael Monfils.

En cambio, Rafa Nadal es un mundo aparte. Aunque Mapfre no haya más que una, prensa la hay a patadas y a Rafa parece que le pese el alma cada vez que tiene que responder a una pregunta. Regala muy pocas sonrisas y eso que cuando sonríe, se ilumina la sala. Sí, Nadal tiene una de aquellas sonrisas que mueven sensaciones, pero su seriedad de hielo en el 90% del tiempo restante me ha dejado de piedra en dos ocasiones ya.

Respecto al tenis, Rafa es el número 1 indiscutible. Hoy ha sufrido un poco con el colombiano Santi Giraldo, pero finalmente se ha impuesto, sobre todo por los múltiples fallos de su rival en el primer set. Mañana, su rival será el francés Monfils, que ha dejado fuera a Gasquet. David Ferrer, cada vez más cerca de repetir final con Nadal, ha eliminado a Hanescu. Más dificil lo ha tenido Juan Carlos Ferrero, que ha pasado eliminatoria con Vagnozzi en tres sets. Nico Almagro ha celebrado por todo lo alto su victoria contra el otro Nico, Davydenko, al entrar entre los 10 mejores jugadores del mundo. Melzer (qué penica verle jugar en la pista 1) se ha deshecho de Albert Montañés y Raonic ha caído hace un rato (ya os escribo desde casa el final de este artículo) contra Dodig, que se verá las caras con Feliciano López. El toledano ha eliminado al japonés Nishikori, que no se lo ha puesto fácil.

Con Soderling eliminado, Murray lesionado y Berdych retirado por indisposición, las apuestas están cada vez más claras y casi con toda seguridad y salvo una sorpresa rara, Nadal y Ferrer repetirán en Barcelona la final de Mónaco una semana después. ¡Y yo que lo vea!

Por cierto, genial el trabajo de mis 9 compañeros de voluntariado. Da gusto trabajar con gente tan divertida, currante y con tanta ilusión por la comunicación.

¿De la final de Copa decimos algo? Buah, venga, felicidades a los madridistas y LARGA VIDA A SERGIO RAMOS.

Foto: Nico Almagro, la felicidad del Top Ten

Followers, etc...

Hoy he vivido una de esas jornadas en las que te emocionas mucho. En el Godó me ha tocado, sobre todo, llevar el Twitter del torneo, a 6 manos junto a Adrià y Alberto. La verdad es que me he acostumbrado al Twitter, red social 2.0 que no me hacía ni pizca de gracia cuando nació y que empecé a usar más asiduamente a raiz de un tema que prefiero obviar.

La cuestión es que hoy me he colado de manera totalmente legal en el entreno de Rafa Nadal, solo para hacerle 4 fotos sin incordiar. Pues bien, en mi Twitter personal he colgado la foto y al cabo de nada tenía un montón de retwitts.

También hemos recibido muchos mensajes bonitos de nuestros followers del torneo que nos agradecían la información. Adrià y yo hemos respondido con cariño a casi todos los mensajes. También hemos recibido alguno feo, pero ya se sabe que nunca llueve a gusto de todos.

Y esta mañana también me he despertado con la grata sorpresa de gente que sigue mi blog y que no conozco pero a los que les gustan mis entradas.

Sirva esta entrada en mi blog para agradeceros a todos vuestro seguimiento. ¡Stay tunned!

Un vídeo ideal en todos los sentidos

Y Rafa llegó al Godó

Ayer estaba mordiendo una copa y hoy ya le teníamos fresco como una rosa en las instalaciones del Real Club de Tenis Barcelona. Rafa Nadal, el número 1 del mundo, hablaba ante la prensa de su victoria en Montecarlo, de su no invencibilidad, de los Barça-Madrid que aun nos tocará vivir, de sus rivales y, como no, del Trofeo Conde de Godó.

Rafa no es invencible, pero sí es un caballero. En la sala de prensa no cabía un alfiler y esta que os escribe se ha quedado afuera, alargando el cuello para ver al mejor jugador español de la historia del tenis.

Antes ya llevaba yo dos horas de o más de intenso curro ante el pc, con mis compañeros voluntarios, todos muy majos y majas.

Tras comer a toda pastilla porque a Andy Murray se le ha ocurrido aparecer en la sala de prensa a la horrorosa hora de las 14.30, ha venido el desfile de "cuerpos". Y es que, hablemos con propiedad: juegan de lujo y encima, la madre naturaleza les da ese físico imposible... porqué si no, que alguien baje y me explique lo de Feliciano López, que yo no lo entiendo. En serio, creo que tanta belleza debería estar prohibida.

Aunque hay división de opiniones: las que más, prefieren a Tommy Robredo. Otras, a Ferrer o a Nadal. Yo adoro a Federer y Murray me parece un bombón, pero sin duda, Feliciano es el guapo por excelencia.

¿Y el tenis, direis? Sin desmerecer a los fantásticos deportistas que hemos podido ver estas jornadas, el espectáculo de verdad empieza mañana. El mosquito J.C. Ferrero y Feli me esperan.

Como siempre digo, mañana más... y mejor!

9 días en el Godó

Hoy ha empezado mi andadura como voluntaria de Comunicación en el Torneo Conde de Godó de Tennis, o lo que vendría a ser el Open Banc Sabadell. Serán 9 días intensos en los que tendré cerca a 7 de los 10 mejores jugadores del mundo. Sólo Roger Federer, Novac Djokovic y Fernando Verdasco faltarán a la cita.

Mi "jefe" es Carlos Martín, voz inconfundible junto a Gregorio Parra en las narraciones de atletismo en TVE.

Todo esto se lo tengo que agradecer a Alberto Montenegro, quien me propuso participar en esta aventura.

No es un curro, ¡pero me lo voy a pasar en grande!

¿Qué le pasa a Woody Allen?

Desde 1993 he visto todas las películas de Woody Allen, y no digo desde 1992 porqué hay una que ni me suena (¿Sombras y niebla, puede ser?). Últimamente, tengo la sensación de que no acabo de encontrarle la gracia a sus películas, sobre todo desde que rodó la infumable Vicky Christina Barcelona. Ayer vi Cassandra's Dream, anterior a la rodada en Barcelona. Me gustó, sobre todo por Ewan McGregor, actor jamás me decepciona.

Aún así, está lejos de las mejores películas del director neoyorquino. Creo que Match Point fue la última película genial que ha rodado. Scoop era divertida y nos devolvía al Woody actor divertido y neurótico que tanto gusta. Pero a partir de ahí, nada.

No me sirve Si la cosa funciona, porque el guión era antiguo y también porqué acaba siendo más de lo mismo. La última estrenada, Conocerás al hombre de tus sueños, tampoco está a la altura de las mejores películas de Allen.

En definitiva, espero que Medianoche en París no me decepcione y, si puede ser, que la tournée europea de Woody Allen acabe ya y que vuelva a rodar a Manhattan.

Justin Bieber y Màrius Serra

Acabo de subir del bar donde desayuno totalmente flipada. He leído el artículo de Màrius Serra en La Vanguardia de hoy, un periodista y escritor con el que coincidí en mi ex trabajo y que me pareció un pelín histriónico, pero al que consideraba un tipo con sentido del humor.

El artículo que ha publicado habla de Justin Bieber. A ver, lo primero es poner al señorito Bieber en su justa posición: es un chaval muy joven que hace música. Esa música va dirigida a niñas jovencitas. ¡Correcto! Pienso que el muchacho no engaña a nadie. Está claro que, salvo raras excepciones, un público que se salga de este target no comprará sus discos.

Es, en la mayoría de casos, mucho pedir que niñas de 12, 13, 14 y 15 años escuchen a Bob Dylan, Johnny Cash, los Stones... es dificil a no ser que papi y mami les hayan puesto hasta la sopa el The Freewheelin' Bob Dylan, I Walk the Line o Exile on Main Street (por poner algunos ejemplos).

Por tanto, Bieber cubre un nicho de mercado goloso, que existe y que está avido de música edulcorada, dulce, joven... música fácil, de consumo rápido y que no haga pensar (ya bastante tienen estas criaturas como para empezar a esas edades a plantearse depende qué cosas del mundo que las rodea. Dejémoslas disfrutar, que tiempo tendrán de sufrir).

El Señor Serra ha cargado las tintas contra la "estulticia transversal" que no entiende de épocas pre y post Internet; contra madres que llevan a las niñas a los conciertos; contra los niños - le ha faltado poner con acné - que podrían ir a ligar con las niñas que van a esos conciertos (como si los niños fueran más listos que las niñas); contra las niñas, claro, faltaría más; contra los Pecos, Miguel Bosé, Iván, Pedro Marín... hasta el "bajito" de Dani Pedrosa ha recibido sin venir a cuento. Y luego fantasea con videojuegos (reales) en los que Justin recibiría su merecido: la muerte.

No sé si es que hoy estoy corta, pero no he pillado el tema de los cines Verdi, pero una cosa diré: cuando era jovencita, había un grupo que me volvía loca, los New Kids on the Block. Por suerte, no tuve que leer ninguna columna en la que me llamaran literalmente idiota, porque este grupo nunca vino de gira a España. Lo que pasó es que me hice mayor. Esta música ya no me gustó. Y entonces sí que escuché a Dylan, a Cash, a los Stones... y fui a los Verdi. E hice muchas otras cosas que me hacen considerarme, hoy en día, una persona no idiota.

Creo que el Señor Serra ha desaprovechado una oportunidad de oro para hablar de la deficiente educación musical de este país. Podía haber atacado por ese lado y no poniendo verdes a niñas que lo único que hacen es disfrutar de las cosas acordes a su edad.

Y lo dice una que se apuntó al grupo "Si a John Lennon lo mató un fan, ¿dónde están los fans de Justin Bieber?". Ese título me pareció gracioso. Màrius Serra no.

Recomendación cinematográfica: La casa de las dagas voladoras

En la China del año 859, Xiao Mei es una bailarina ciega a la que detienen por ser sospechosa de ser la hija del fallecido líder del grupo rebelde de la Casa de las Dagas Voladoras. Dos policías encargados de localizar al nuevo líder para derrotarlo, liberan a Mei con la intención de seguirla. Jin es el encargado de acompañarla, bajo la personalidad de un guerrero solitario llamado Viento.

Pero nada es lo que parece.

I love Liverpool

Hay personas que cuando les comento que me voy de vacaciones a Liverpool, me preguntan qué tengo allí. Creen que tengo un ligue inglés y yo me río. No sé si es que no alcanzan a comprender lo mucho que se puede amar una ciudad que no es la tuya.

Liverpool tiene un poco de todo: gente amable, buena música, buen fútbol, buenos precios, tranquilidad, diversión... pero sobre todo, una capacidad enorme de hacerme desconectar de los problemas internos.

He ido tres veces, dos por Semana Santa y una por fin de año y volvería ahora mismo si tuviera dinero.

Me encanta caminar por sus calles, contemplar el Mersey, pasear por el Albert Dock, reirme y disfrutar de la música en la Cavern, tomarme una pinta en el Brookhouse (siempre y cuando llegues a tiempo), sufrir la comida inglesa, visitar la tienda del Liverpool FC y ver el partido en los bares cercanos a Anfield, escuchar en cada esquina a los Beatles... y coger el tren para hacer una visita fugaz al cercano Manchester, en el que cuando llego, no puedo evitar cantar a Morrissey todo el día.

Y quien no me entienda, que me pregunte qué tiene Liverpool...